Mamás que ayudan a otras mamás

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Los nuevos cambios en la sociedad tienen que hacernos volver a una manera más fraterna, menos egoísta, menos desigual y más solidaria. Las niñas y los niños necesitan sentirse seguros y positivos sobre su presente y futuro para poder desarrollarse completamente.

Julieta Fernández Zubeldía, acompañada de una red de mujeres voluntarias y comerciantes de la ciudad, se organizan para entregar kits con ropa y productos de higiene para bebés a aquellas embarazadas que lo necesiten.

Ante la gran demanda, decidieron entregar los kits a mujeres que hayan alcanzado las 30 semanas de gestación y, en cada bolsa, colocan óleo calcáreo, pañales, algodón, jabón, mantas, chupetes y ropa talle recién nacida y hasta los 18 meses. “Todas las mamás que hemos conocido tienen algo en común: quieren lo mejor para sus hijos y nosotras empatizamos con eso”.

¿Cómo llegaste al mundo de la solidaridad?

Desde chica. En mi familia siempre se ha inculcado la cultura de la solidaridad, como un valor indispensable de la vida en sociedad.
Era natural para mi donar toda la ropa que no nos entraba o donar comida, participando de las cajas de navidad, incluso mi mamá ha hecho un par de campañas increíbles con la Yerba Amanda y otra con el Hotel Sheraton.
Entonces, para mí, siempre fue natural querer ayudar en lo que pudiera

¿Qué es lo primero que te atrajo de hacer esta organización?

Lo que cambió en mí, que me llevó a crear esta organización, fue ser mamá.
Cuando estaba embarazada solía tener pesadillas donde mi bebé tenía frío y no tenía nada con que vestirlo. A mi familia jamás le faltó nada, por lo que cuando nació mi bebé siempre tuvo lo que necesitó y más. Y el solo hecho de pensar que había mamás que sentían lo mismo que yo solo que en su caso no era una pesadilla, sino una realidad, era algo que me generaba (y genera) angustia. Y ví que no existía, o yo no conocía ninguna organización que hiciera por las familias lo que yo quería hacer.

¿Cuáles fueron las dificultades más grandes cuando empezaron?

A lo largo de nuestro crecimiento como organización nos encontramos con múltiples problemas y dificultades. Por suerte de todas ellas aprendimos y logramos generar mecanismos que los evitan o reducen al mínimo.
Una de las dificultades que nos encontrábamos algunas veces era el estado de las donaciones. Tenemos que lidiar con el hecho de recibir ropita que ha estado mal guardada en sótanos o altillos, con olor, manchas de humedad, rotas o simplemente sucias. Es una situación muy triste, hacemos todo lo posible por rescatar esas prendas pero a veces están insalvables. Por suerte son casos raros y que cada vez aparecen menos, ya que les recordamos a las familias que limpien las donaciones antes de entregarlas. Con respecto a los productos que entregamos: es una búsqueda constante de donadores de productos de higiene. Es complicado porque, a diferencia de la ropa, el donador tiene que comprar un producto específicamente para donarlo. Tenemos épocas donde tenemos de todo y épocas donde las voluntarias salimos a comprar los productos con el dinero de cada una. Nos ayuda muchísimo que si un donador quiere ayudar con productos nos pregunte qué nos está faltando en el momento. Además, todas las familias que se anotan para recibir el kit de nacimiento piden cuna, carrito, bañera y productos similares. Si bien, los recibimos, tuvimos que generar una lista de espera porque son tantas las mamás que los necesitan que no llegamos a entregarles a todas.

¿De qué manera se organizan con las familias?

Aquí nos encontramos con muchas dificultades: primeramente aprendimos por las malas que es necesario solicitarle datos personales a las mamás para llevar un control y registro de las entregas. A quién ayudamos y con qué la ayudamos son datos vitales que toda organización debería tener. Luego, a medida que adquirimos experiencia en el trato con las familias, fuimos generando reglas y mecanismos que nos ayudan a evitar problemas e inconvenientes.
Y el problema que es constante desde el minuto uno es: las familias que se acercan buscando ayuda están pasando por muchos problemas económicos, sociales y alimentarios. Nos esforzamos en, por un lado, hacer lo que hacemos lo mejor posible y luego en tener relaciones con otras organizaciones solidarias que realicen las cosas que nosotras no podemos hacer.

¿Cuáles son sus necesidades más importantes o más difíciles de conseguir?

Como les comentaba anteriormente, lo más difícil de conseguir son: por un lado los productos de un alto valor de adquisición como: cunas, moisés, carritos, bañeras, sillas de comer, sacaleches, etc. Y por el otro los productos de higiene que tienen que comprarse y donarse.

¿Qué sienten con cada mínima contribución?

Emoción y gratitud principalmente. Muchas veces no tiene que ver con la cantidad que se dona, sino con la intención y el amor con lo que se lo dona.
Amamos recibir una donación con una pequeña nota para nosotras o para la mamá que va a recibir la donación. Amamos recibir moisés o ropita o un juguete que tienen una historia, que han pasado por generaciones y se lo dona porque quieren mejorarle la vida a otra familia. Ó cuando recibimos la ropita lavada y planchada
También hay actos de solidaridad que no tienen que ver con donar cosas materiales. Estamos muy agradecidas cuando un/a profesional dona su tiempo o experiencia para responder preguntas a nuestras mamis.
La solidaridad real es un acto de amor..

¿Considerás que como sociedad estamos haciendo los pasos necesarios para que esta situación mejore?

Personalmente, creo que sí. No es una tarea fácil y los factores a atender son miles. Pero veo que la intención está.
También creo, que queda mucho que hacer y que mucho de esto se tiene que hacer desde la individualidad. El hecho de no normalizar la ausencia de los progenitores en la vida de los niños. Está tan normalizado, que el padre sea que se “borra” y la idealización de la “mama luchona”. Obviamente la burocracia de lo legal no ayuda pero parte del problema es que culturalmente está normalizado.
Todos conocemos a una persona que no se hace cargo de sus hijos y conocemos a una persona que se hace cargo de sus hijos completamente sola.
Ahora, ¿qué pasaría si como sociedad empezáramos a rechazar a los individuos que no se hacen cargo de sus obligaciones como padres?

¿Tienen algún tipo de apoyo municipal/nacional?

Por el momento no. Hoy en día estamos finalizando los trámites legales para establecer a Mamás que Ayudan como una fundación y quizás ahí podamos conseguir apoyo de los gobiernos municipales, provinciales o el nacional. Y también de empresas privadas. Obviamente hoy estamos limitadas en muchos sentidos al no tener formalizada la organización, pero estamos en eso.

¿Qué objetivos o cómo proyectan el futuro de @mamasqueayudan?
Tenemos tantos sueños y proyectos para Mamás que Ayudan. La visión en general es poder llegar a ser una organización que vea las problemáticas que sufren las familias que asistimos y generar diferentes mecanismos, herramientas y campañas que traten de aminorarlas.

¿Cómo suman voluntarios? ¿Cómo las podemos contactar?

Cuando una persona se contacta con la intención de sumarse al voluntariado, le pasamos un PDF donde les explicamos cómo es la actividad que llevamos a cabo. Si luego de leerlo está de acuerdo y piensa que puede dedicarle algo de tiempo semanalmente la sumamos a un grupo de whatsapp donde estamos todas las voluntarias por ciudad.

¿Cómo podemos donar?

Nos pueden contactar a través de las redes sociales:
Instangram: @mamasqueayudan
Facebook: Mamás Que Ayudan
Whatsapp: 2233010365
Mail: mamasqueayudan@gmail.com

Para donar tenemos puntos de donación en las ciudades donde estamos. Pueden entrar al instagram y verlo en historias destacadas o nos escriben por cualquier medio solicitando el listado.

Disfrutamos mucho de compartir historias como la de este grupo de mujeres. Donde hay generosidad, siempre hay abundancia. Lo que a uno le falta, otro lo tiene y lo comparte. Un entorno de abundancia es muy productivo, muy eficiente, muy eficaz y muy útil.

Busquemos aportar valor a los demás. Es una intención positiva que desata todo nuestro potencial, que lo libera porque tiene un punto de destino: hacerle un bien a otro.

Si te gusto la nota, y te gustaría colaborar con la iniciativa y este grupo de mujeres: ¡Compartila! Con muy poco podemos ayudar mucho.

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